martes, 2 de octubre de 2007

Mi vida es mi mensaje

Reseña bibliográfica

Mi vida es mi mensaje
Escritos sobre Dios, la verdad y la no violencia

John Dear
Sal Terrea, Maliaño, España, 2003
Juan Antonio Canseco Vásquez
mazunteco@gmail.com

Poco antes de ser asesinado, pidieron a Mahatma Gandhi que resumiera su mensaje para el mundo: “Mi vida es mi mensaje”, fue su respuesta. En esta obra, el sacerdote John Dear intenta develarnos el legado gandhiano, a través de una narración ágil de algunos de los eventos y anécdotas más significativos en la vida de este maestro espiritual y líder político, que trasformó al mundo con la no violencia.

Para la realización de este libro su autor hizo una extensa revisión bibliográfica que incluye más de 43 mil páginas de cartas, discursos, ensayos, telegramas, artículos y libros de Gandhi. Dear logra equilibrar su trabajo cubriendo no solo aspectos biográficos, sino discusiones sobre temas fundamentales en la filosofía de este singular líder social, como la búsqueda de Dios, la búsqueda de la Verdad, la práctica de la no violencia, la fuerza de la oración y el ayuno, entre otros temas.

El dos de octubre de 1869 nace Mahatma Gandhi en el sur de la India. Contrae nupcias a la edad de 13 años en un matrimonio arreglado y unos años después se traslada a Londres para estudiar Derecho, profesion que junto con el periodismo convergerían en sus luchas sociales a lo largo de su vida hasta su trágico asesinato por un fanático hindú el 30 de enero de 1948.

Pero, ¿quién fue este gran hombre que conmocionó al mundo entero con la práctica moderna de la no violencia como un método práctico y efectivo de justicia social? El sacerdote jesuita intenta respondernos esta pregunta en este libro, y además va un poco más lejos, pues logra actualizar y redimensionar la urgente necesidad de la no violencia como el único camino hacia la verdad.

El legado de Gandhi -nos dice el autor-, incluye la lucha contra el racismo en Sudáfrica, el movimiento de la independencia en la India y un camino pionero de dialogo interreligioso, pero también incluye la primera aplicación generalizada del “satyagraha” que en sánscrito significa “fuerza de la verdad” como la herramienta más poderosa para luchar por el cambio social positivo.

Una de las anécdotas más importantes que ilustra la filosofía que el apóstol de la no violencia nos trasmitió con su vida, y que seria su experiencia mas significativa según sus propias palabras, tiene lugar en los primeros días del arribo de Gandhi en Sudáfrica, y al disponerse a tomar un asiento de primera clase en un tren, un revisor de boletos lo mandó al vagón de tercera clase por su color de piel. Al oponerse a tal petición por considerarla totalmente injusta, Gandhi fue expulsado violentamente del tren, siendo abandonado de noche en un fría estación alpina en pleno invierno. La no violencia activa había nacido.

Dear plantea tres conceptos centrales en la vida y obra de uno de los hombres mas célebres del siglo XX: Dios, la Verdad y la no violencia. Nos dice que en su búsqueda de Dios, Gandhi llegó a la conclusión no de que Dios es la Verdad, sino que la Verdad es Dios. Con esta comprensión espiritual, se dedicó a buscarla en todas las facetas de su vida y en el mundo, entendiendo que el único camino era el de la no violencia.

La genialidad de Gandhi estuvo no solo en su búsqueda espiritual de Dios como la Verdad, -nos dice Dear- sino en su aplicación social y política, y así lo demuestran la luchas que encabezó y que desafiaron radicalmente al sistema de su tiempo, como la igualdad racial en Sudáfrica, la lucha por la independencia de la India, la abolición de prácticas religiosas milenarias excluyentes como la de la casta social mas baja o de los “intocables” en el hinduismo, o la lucha por el desarme nuclear.

La no violencia, o satyagraha se constituyó en la única fuerza de liberación en la lucha Gandhiana. Sin embargo, el autor nos ayuda a desmitificar la idea de que la no violencia es una forma inofensiva de compasión, de cobardía o sometimiento, nada más lejos: “Quienes se ponen a temblar o salen corriendo en el momento en que ven a dos personas peleándose –nos dice Gandhi-, no son no violentos, son cobardes. La personas no violentas ofrecerán su vida para impedir tales peleas”

La no violencia, que no es resistencia pasiva, se revela entonces como un método que además de exigir determinación, valor, coraje y estrategia, no está exento de sufrimiento y sacrificio voluntario, y la prueba de ello son los seis años de encarcelamientos que Gandhi padeció, sus ayunos casi hasta la muerte, y en general sus propuestas de la no colaboración con el opresor y la desobediencia civil.

Gandhi, nos dice Dear, llegó a la asombrosa conclusión de que el verdadero camino a la felicidad consiste en ir a la cárcel y padecer en ella torturas y privaciones por el bien propio, del país o la religión, que el verdadero interés personal consiste en el bien de todos, lo cual significa que tenemos que sufrir y morir por otros. Así mismo que someterse a leyes injustas es un pecado, y que la no colaboración con el mal es un deber tan importante como la colaboración con el bien

El satyagraha plantea que si hay un suficiente número de hombres y mujeres que están dispuestos sin ningún rastro de violencia a luchar contra los explotadores, los tiranos y los dictadores, a entregar sus vidas antes que doblar las rodillas, habrán mostrado el camino hacia la libertad, la justicia y el fin la violencia como método de lucha: “vencer o morir sin matar ni hacer daño”

En ese sentido, Gandhi considera que si todas las personas hicieran un voto de resistencia no violenta a leyes injustas y permaneciaran fieles a su promesa y a Dios, aunque fueran arrestadas, encarceladas, torturadas y asesinadas, al final, ganarían la batalla.

En conclusión, en este libro podemos conocer la historia de un santo entregado a la lucha política y de un revolucionario entregado a la espiritualidad y a la oración. Además, los fundamentos de la no violencia, que se plantea como la única vía de transformación radical de la sociedad “los medios son el fin”, sin matar ni dañar a nadie, al mismo tiempo se revela como la fuerza más poderosa del mundo y el camino mas humano en la búsqueda por la justicia, la paz y la verdad.

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